Después de más de dos años y de estar en una situación agobiante, lleno de preocupaciones, la salud Ocupacional, en nuestro país, comienza a enfrentar nuevos desafíos. Esta situación nos ha hecho entender la importancia de contar con un plan de salud integral, ya que es de igual de importante como los objetivos de ventas.
Estamos consciente de que nunca estuvimos preparados para tal pandemia como fue la del coronavirus. Sin embargo, con el pasar del tiempo pudimos aprender y sobrellevar la situación para salir adelante. En estos dos últimos años hubo muchos cambios y a pesar de que ya nos sentimos a salvo, el mundo ya no es igual.
Con respecto al sistema laboral, tuvo un cambio rotundo. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (ONU), las personas pasan más tiempo en su lugar de trabajo que en su hogar. Por ello, dependiendo de las condiciones laborales, se genera varias afecciones en nuestra salud. Las más comunes son: Sordera por ruido, hipertensión arterial, trastorno de estrés, alteraciones con el peso, entre otras.
Ante toda esta problemática de salud a causa de las actividades laborales, la salud ocupacional es vital para empresas y sus colaboradores.
Beneficios
Los beneficios que brinda la salud integral es el incremento de la producción laboral, mejoramiento del clima laboral, la reducción de ausentismo laboral. Asimismo, se incrementa la calidad de vida del colaborador y por ende disminuye la carga económica que representa enfermedades prevenibles.
En la última década, se registró un crecimiento en el rubro de salud Ocupacional. Sin embargo, aún existe una brecha amplia para atender la alta demanda.